Colegio Agustiniano de San Andrés

Entrar en esa habitación inmensa con los libros hasta el techo es uno de los recuerdos más nítidos que tengo de mi vida escolar.
Visitábamos con frecuencia la biblioteca, era nuestro refugio en las horas libres, entre turno y contraturno e incluso, en algún recreo, cuando íbamos apuradas a buscar algún material indispensable que nos salvara con el trabajo práctico. audemars piguet replica watches

Una seño en la primaria nos dijo que en los libros se escondían grandes tesoros, sin duda, lo decía para interesarnos, para entusiasmarnos, para motivarnos, pero de algún modo, lo logró porque, de una u otra manera, muchas de nosotras, nos fuimos acercando a la lectura y asumiendo que los textos ìban a formar parte de nuestra vida para siempre.

Más tarde llegaron El principito, Romeo y Julieta, Rayuela, 20 poemas y tantos otros…

La literatura posee un espacio propio bien diferenciado y la contribución de los textos literarios en nuestras vidas es innegable.
La ficción es la materia prima de los juegos y de la comunicación, poner a los niños en contacto con la literatura es transformarlos; los cuentos brindan un universo abierto a la fantasía, a la emoción y, el conocimiento de ellos, nutre su desarrollo y aprendizaje.

Por eso, es tan importante que padres y docentes les permitamos apropiarse de la mayor cantidad y variedad posible de textos literarios pertenecientes al acervo cultural de su país y de la humanidad, porque es la oportunidad de entrar en contacto con las raíces de su propia identidad

Disfrutar de la lectura se hace cada vez más necesario en el desarrollo del lenguaje ,ya que es posible favorecer el enriquecimiento del vocabulario y nuevas formas de expresividad que sólo pueden surgir de un lector frecuente, así como la formación del espíritu crítico .

El chico lector se forma y surge de una casa en donde los libros están y se usan, son más que un adorno; los mayores que están en contacto con ese niño predican con el ejemplo, que los adultos también lean y reencuentren ese espacio personal hace que los niños se acerquen a los libros y se vayan convirtiendo en pequeños lectores

Contarles historias oralmente, leerles un cuento, narrar la vivencia de lo leído, son algunos ejemplos para disfrutar y aprovechar plenamente de todo el potencial que nos ofrece la lectura para favorecer la formación integral del niño y sus posibilidades de conocimiento.

Que los chicos lean es un medio de garantizar su desarrollo, es un compromiso de todos y nadie puede permanecer ajeno a esa oportunidad.

Prof. Rita Monticelli